SERNAC realiza estudio sobre seguridad de los dispositivos inteligentes

71% de las empresas que venden o distribuyen aparatos relacionados con internet de las cosas no se hace cargo de fuga de datos

El 2022, SERNAC realizó un estudio que revisó el mercado del Internet de las Cosas en Chile y encuestó a las empresas que venden o distribuyen dispositivos relacionados. El análisis concluye que existen vacíos que podrían afectar a los consumidores en materia de protección de sus derechos y asimetría de información.


A nivel básico, se entiende la internet de las cosas (IoT -por sus siglas en inglés) como dispositivos que, gracias a su capacidad computacional, pueden estar conectados a internet y con ello comunicarse con otros dispositivos, enlazando así el mundo físico con el mundo digital. Por ejemplo, existen dispositivos que permiten comandar tareas como encender las luces y televisión, decir el estado del tiempo u otras más elaboradas como controlar la lavadora, el refrigerador o las cerraduras de puertas. También existen dispositivos de uso doméstico que se adaptan para interactuar con otros, por ejemplo, con el celular, como automóviles, relojes, aspiradoras robot, relojes inteligentes, cámaras de seguridad, etc.

Las conexiones de dispositivos de internet de las cosas a la red han crecido exponencialmente, estimándose que el número de conexiones para el año 2030 bordearía los 28 mil millones. Para el ex director del SERNAC, Lucas Del Villar, es importante revisar los riesgos y desafíos de estas tecnologías para proteger los derechos de los consumidores, por ejemplo, en materia de protección de datos y entrega de información sobre sus riesgos. ÉL indica que una de las complejidades de estos sistemas es que involucran productos y servicios al mismo tiempo, pues se necesita un aparato y un proveedor de software e Internet, pero además, existen distintos actores involucrados por lo que es difícil para el consumidor identificar responsabilidades a la hora de resolver problemas. Asimismo, existen riesgos asociados a la “obsolescencia programada” o el hecho de que el aparato deje de servir cuando se requiere una actualización. También se evidencian desafíos asociados a la ciberseguridad y protección de datos personales. La autoridad explica que, según diferentes preocupaciones expresadas por la misma OCDE, la falta de actualización del software no debe implicar de modo arbitrario, el fin del funcionamiento del dispositivo.

Existen experiencias en países como Singapur o Reino Unido acerca del etiquetado de los productos, señalando qué tipo de datos son utilizados por el dispositivo, tiempo de vida útil del aparato o el nivel de seguridad que ofrece este frente a vulnerabilidades o ataques informáticos. 

¿Crees que Chile debería tomar el ejemplo de Singapur o Reino Unido en cuanto al etiquetado de productos electrónicos? 

¿Qué tan importante es para ti tener garantías a la hora de comprar?



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